Esta brasileña de 61 años ha dado a luz a gemelos tras más de 20 años intentando ser madre. Consiguió su sueño mediante una fecundación in vitro con embriones congelados desde hace una década.
Según el informe médico, los gemelos nacieron en la semana 31 de gestación con un peso de 900 gramos cada uno. Tanto la madre como los bebés están en perfecto estado de salud.
20 años intentando ser madre
La mujer, Antonia Leticia Rovati Asti, deseaba ser madre, después de intentarlo con métodos tradicionales acudió a la reproducción asistida. Afirma que por fin ha cumplido el sueño de su vida, tras 20 años de intentos.
Hace 10 años, se sometió a un tratamiento de FIV que resultó fallido. Al no conseguir el embarazo intentó adoptar a un hijo, pero fue rechazada por excesiva edad.
Ante la negativa de varias agencias de adopción, volvió a someterse a una FIV con embriones que permanecían congelados desde el primer intento. Ha sido de esta forma como consiguió tener a sus dos gemelos. El tratamiento ha corrido a cargo del doctor Orlando de Castro Neto, propietario de la clínica de reproducción asistida que ha atendido a la mujer desde 1992.
Los embriones fueron concebido hace 10 años utilizando el semen del marido, que hoy cuenta con 55 años de edad. A principios de esta semana nacieron los dos gemelos, Roberto y Sofía, tras una cesárea programada a las 31 semanas. Su madre cumplió 61 años una semana antes de su nacimiento.
El ginecólogo Castro Neto ha explicado las dificultades de esta longeva paciente, además de una trompa de Falopio obstruida no conseguía el embarazo por problemas en el endometrio. En el primer intento, los embriones no consiguieron realizar la implantación. Desde la clínica se avisó a la mujer de que los embriones no podían conservarse más de 10 años, ante lo que ella decidió realizar un último intento.
Este doctor afirma que la mujer estaba sana y perfectamente podía soportar los cambios fisiológicos que suponen un embarazo, se le administraron medicamentos para poder llevar a cabo la gestación. Añade que lo más complicado fue vencer los prejuicios sociales, ya que no es habitual que mujeres con esta edad se conviertan en madres.
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Me parece fatal, con 61 años se es abuela, no madre. Que futuro les espera a estos niños??