El colecho es una práctica en la que uno o los dos progenitores duermen con su hijo. Es habitual en la mayor parte del mundo, quitando Europa, Norteamérica y Australia.
El colecho se practicó ampliamente hasta el siglo XIX momento en que las casas comenzaron a tener más de un dormitorio y los niños su propia cuna. Actualmente, distintos estudios parecen indicar los beneficios de esta práctica para los bebés y también para las madres, por lo que muchos padres partidarios de crear cuanto más vínculos mejor con su retoño han vuelto a introducir esta práctica.
A continuación tienes un índice con los 3 puntos que vamos a tratar en este artículo.
Beneficios del colecho
Numerosos estudios demuestran que la cercanía del niño con la madre facilita el mantenimiento de la lactancia materna y que esta tiene un efecto protector frente al síndrome de la muerte súbita del lactante. Además, favorece las tomas nocturnas y las madres pueden amamantar de forma más cómoda a sus hijos.
Los niños que duermen cerca de sus madres lloran menos, porque ellas se dan cuenta antes del llanto y de las necesidades de sus bebés. El hecho de dormir juntos, hace que el niño acompase su respiración con la de la madre, y ocurre lo mismo con la temperatura. Además, se sienten más seguros y protegidos y se potencia el vínculo afectivo entre padres e hijos
Otros beneficios es que aumentan las fases de sueño REM en los niños (que son más cortos que en adultos) lo que disminuye los episodios de apneas del sueño peligrosos para el bebé. También reduce el riesgo de que sufra hipoglucemia.
La decisión de practicar el colecho ha de ser de los padres, siempre tomando precauciones, sobre todo en bebés menores de 6 meses y sabiendo que en algunos casos está desaconsejado. Como veremos a continuación:
Recomendaciones antes de practicar el colecho
El bebé debe dormir siempre boca arriba, sobre una superficie firme, sin almohadones, cojines ni peluches. Evitaremos arropar al niño en exceso ni calentar mucho la habitación previamente.
También es conveniente colocar en el lado en el que duerma el niño, una barandilla en el borde de la cama para evitar que se caiga. Las mascotas tampoco deben dormir en la misma cama que el bebé.
¿Cuándo no practicar el colecho?
- Si se es fumador o se han consumido drogas o bebidas alcohólicas.
- Cuando se tiene alguna enfermedad que disminuya el riesgo de respuesta, como diabetes o epilepsia inestable.
- En el caso de bebés prematuros mejor no dormir con ellos hasta que tengan un peso adecuado.
- Si estamos muy cansados y estamos enfermos y/o con fiebre.
- Si tenemos problemas de insomnio. Esta práctica puede hacer que durmamos peor porque nos obligaremos a estar más alerta.
Hacemos un gran esfuerzo para ofrecerte información de máxima calidad.
🙏 Por favor, comparte este artículo si te ha gustado. 💜💜 ¡Nos ayudas a seguir!
Autor

No hay nada como la leche materna para el crecimiento del bebe.