¿Por qué me siento cansada si tengo anemia en el embarazo?

Por (embrióloga).
Actualizado el 02/08/2016

La anemia es la disminución de hemoglobina o del número de glóbulos rojos en la sangre. Los glóbulos rojos son, por otra parte, los encargados de transportar el oxígeno a todas las células de cuerpo.

Durante el embarazo se requiere más hierro debido a las necesidades del feto y de la placenta y al aumento de glóbulos rojos de la embarazada. Si no hay un aporte suficiente de hierro se puede producir anemia, lo cual es frecuente durante la gestación.

En el primer trimestre de embarazo no se requiere demasiado hierro, solamente unos 0.8 mg diarios. En cambio, durante le segundo y tercer trimestre se necesitan 6.3 mg al día, lo que supone un aumento considerable de las necesidades nutricionales.

Causas y tipos

Las causas de la anemia pueden ser de diversa índole, como por ejemplo por una causa genética, como consecuencia de una pérdida abundante de sangre o por deficiencias de vitaminas o nutrientes en el organismo (por ejemplo, hierro o vitamina B12).

Otras de las causas pueden ser que el feto consuma gran parte del ácido fólico de la madre o el hecho de que durante el embarazo la madre posea una mayor cantidad de sangre circulando en el organismo, con lo cual los glóbulos rojos se diluyen en ella.

Durante el embarazo los tipos de anemia más comunes son los siguientes:

  • Anemia fisiológica del embarazo: es frecuente que en el segundo trimestre de gestación y no requiere tratamiento.
  • Anemia ferropénica: es el tipo más frecuente de anemia y está causada por la falta de hierro. Se produce cuando hay una mala absorción del hierro o los depósitos son insuficientes.
  • Anemia megaloblástica: es un tipo menos frecuente que se produce por un déficit de ácido fólico o de vitamina B12, vitaminas implicadas en la formación de los glóbulos rojos. Como estas dos vitaminas no se acumulan en el cuerpo, hay que obtenerlas de la dieta o de suplementos alimenticios de forma continuada.

Algunas estadísticas apuntan que aproximadamente el 90% de las anemias que se dan durante el periodo de gestación se deben a la falta de hierro.

Otra posible clasificación de los tipos de anemia sería según el grado que va desde una anemia leve hasta un caso severo.

¿Cuáles son los síntomas de la anemia en el embarazo?

Los síntomas de la anemia también vendrán determinados por el grado de la misma. No obstante, entre los síntomas más frecuentes se encuentran:

  • Palidez
  • Cansancio excesivo o injustificado
  • Somnolencia
  • Debilidad
  • Mareos y vértigos
  • Sudoración
  • Ansiedad
  • Dolor de cabeza
  • Apatía
  • Inapetencia
  • Pérdida abundante de cabello
  • Uñas que se quiebran fácilmente
  • Taquicardia
  • Dificultades respiratorias

Los síntomas también pueden ser distintos según el tipo de anemia que se padezca y el tiempo que ha permanecido sin tratar, además de que pueden ser diferentes para cada persona.

Hay que tener especial cuidado ya que algunos de estos síntomas se pueden confundir con los propios de una mujer embarazada.

Diagnóstico y tratamiento

Mediante un análisis de sangre se diagnostica la anemia y la causa de la misma. Una vez visto cuál es el déficit que la causa, para combatir la anemia en el embarazo hay que aportar mediante suplementos el hierro o la vitamina B12 que se necesita.

La dosis diaria recomendada durante el embarazo es de 150 miligramos de sulfato ferrosos o 300 miligramos de gluconato ferroso. Estas dosis pueden variar en función de cada caso y de la gravedad de la anemia, siendo éstas las cantidades indicadas para el consumo sin que supongan un efecto negativo en el feto.

No obstante, es recomendable mantenerse alerta y consultar al doctor para que lo que en un principio es un caso leve no se convierta en uno severo.

Repercusiones en el feto

Algunos expertos aseguran que las necesidades del feto no tienen porque verse afectadas aún tratándose de un caso de anemia severa.

Sin embargo, en su forma más grave puede aumentar la probabilidad de sufrir un aborto, la mortalidad perinatal o determinadas infecciones.

También puede suponer que el bebé tenga un bajo peso al nacer y hay mayor probabilidad de parto prematuro.

Además, algunos estudios han advertido que los hijos de madres anémicas tienen más riesgo de padecerla durante su primer año de vida aunque no se haya detectado siendo recién nacidos.

Preguntas de los usuarios

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El embarazo puede estar afectado por numerosas enfermedades y una de ellas son las enfermedades cardiovasculares. Si deseas obtener más información acerca de este tipo de patologías y su efecto en la gestación, te recomendamos visitar el siguiente artículo: Las enfermedades cardiovasculares en el embarazo.

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Autor

 Sara Salgado
Sara Salgado
Embrióloga
Graduada en Bioquímica y Biología Molecular por la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), con Máster en Reproducción Humana Asistida por la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Título de Experto Universitario en Técnicas de Diagnóstico Genético por la Universidad de Valencia (UV). Más sobre Sara Salgado

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