Estreñimiento del bebé

Por (embrióloga).
Actualizado el 17/03/2011

El estreñimiento tanto en adultos como en bebés es un trastorno de la defecación. En los pequeños supone defecar pocas veces y cuando lo hacen, las heces tienen una consistencia dura y poca cantidad.

A continuación tienes un índice con los 4 puntos que vamos a tratar en este artículo.

Causas

Que el pequeño padezca o no de estreñimiento tiene mucho que ver con el tipo de alimentación que los padres decidan darle, si se trata de leche materna o artificial. Es un problema bastante frecuente en los primeros meses de vida pero que suele desaparecer entre el cuarto y el sexto mes cuando comienzan a alimentarse a base de purés o papillas.

La leche materna, además de protegerlo contra infecciones, es más fácil de digerir para el pequeño y como consecuencia, es menos frecuente el estreñimiento. Normalmente, los primeros meses de vida casi cada vez que se alimenta el pequeño defeca aunque puede ocurrir que, en ocasiones, pueden pasarse varios días sin evacuar.

Uno de los principales problemas de la leche materna con respecto al estreñimiento es que, como no podemos controlar la cantidad de alimento que consume el pequeño, en ocasiones cuando éste no evacua con normalidad puede ser que no se esté alimentando correctamente porque no está comiendo lo suficiente.

La leche artificial, por su parte, suele provocar más problemas de estreñimiento que la materna. Con este tipo de alimentación, la frecuencia con la que el bebé defeca no suele superar las dos veces diarias. Para este problema, algunos especialistas recomiendan añadir un poco de agua extra al biberón. Respecto a la lactancia artificial, algunos laboratorios ya han trabajado en leches especiales antiestreñimiento.

Síntomas

Como en la mayoría de problemas relacionados con el bebé, la causa de los síntomas casi nunca es fácil de determinar. Algunas de las reacciones que puede tener el bebé ante este problema gastrointestinal son:

  • El bebé levanta constantemente las piernas.
  • Su rostro se enrojece.
  • Llora con más frecuencia y con llanto nervioso.
  • Defecaciones duras, en poca cantidad y con poca frecuencia.

Los padres deben controlar, especialmente en sus primeros meses de vida, la textura y frecuencia de las defecaciones del recién nacido. Ante un caso de estreñimiento, es recomendable acudir cuanto antes al pediatra en aras de evitar que se convierta en un problema crónico o se complique provocando graves molestias al niño o algún tipo de fisura anal.

Recomendaciones

Los especialistas ofrecen a los padres algunos consejos que pueden ayudar al pequeño cuando padece este problema. Algunos de estos consejos son:

  • Ejercer presión en el abdomen con sus piernas. Hay que tener en cuenta que es más complicado defecar estando la mayor parte del tiempo acostado con lo cual colocarlo en una postura como en cuclillas también puede ayudar.
  • Como ya hemos comentado en el caso de la leche artificial puede ser conveniente añadir un poco de agua extra al biberón.
  • Masajes en el abdomen o en la espalda.
  • Baño templado.

En cualquier caso es muy importante la visita al médico para evitar que el problema empeore.

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Autor

 Neus Ferrando
Neus Ferrando
Embrióloga
Licenciada en Biología por la Universidad de Valencia (UV). Postgrado en Biotecnología de la Reproducción Humana Asistida por la Universidad Miguel Hernández de Elche (UHM) con experiencia como responsable de laboratorio de Embriología y Andrología en el Centro Médico Manzanera. Más sobre Neus Ferrando

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