La mortalidad infantil durante el embarazo, parto y cuidado del recién nacido se produce por complicaciones y enfermedades prevenibles o tratables. La organización Save the Children se ha marcado como objetivo reducir la mortalidad infantil de niños menores de 5 años.
Con motivo del día Mundial de la Salud, la organización Save the Children, ha realizado un informe en el que se ponen en manifiesto la gran cantidad de muertes infantiles y que se producen durante el embarazo, parto y cuidado del recién nacido en los países en vías de desarrollo.
La mayoría de estas muertes son debidas a enfermedades prevenibles o tratables como el sarampión, la diarrea o el VIH.
Según un informe, emitido por la organización Save the Children, más de 300.000 mujeres pierden la vida a causa de complicaciones durante el embarazo o el parto. Esto es debido a que en muchos países en vías de desarrollo, las mujeres dan a luz sin la ayuda de personal con una cualificación sanitaria mínima y no tienen acceso a los servicios sanitarios mínimos. Las conclusiones del informe indican que, de los 160 países incluidos, Afganistán es el peor país para ser madre, seguido de Níger y Chad.
La organización sostiene que la falta de 4,3 millones de trabajadores sanitarios, la desigual distribución de estos trabajadores y las pobres condiciones de trabajo a las que se enfrentan contribuyen a dejar a las mujeres, niños y niñas que más lo necesitan sin acceso a atención sanitaria básica.
Se ha visto que 57 países, 36 de ellos en África, tienen una escasez importante de trabajadores sanitarios. Debido ha ello, existe una gran mortalidad materna e infantil y así, en muchos de estos países casi 9 millones de niños y niñas pierden la vida antes de su quinto cumpleaños.
Este dato es muy alarmante, sobre todo si lo comparamos con otros países como España en donde la tasa de mortalidad materna es muy baja, 1 por cada 16.400 madres y una tasa de mortalidad de menores de 5 años de 4 por cada 1.000 niños.
El Estado Mundial de las Madres hace un llamamiento urgente a incrementar el número de trabajadoras sanitarias en las naciones más pobres del mundo. Pequeñas soluciones, como la presencia de antibióticos para tratar las neumonías y sueros para las diarreas, podrían reducir el número de muertes infantiles en estos países. Además, es importante formar a matronas y trabajadores sanitarios ya que esto puede marcar la diferencia en la lucha para salvar vidas.
La campaña Todos Contamos de Save the Children tiene como objetivo reducir en dos tercios la mortalidad infantil de menores de cinco años hasta 2015.
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