Las grasas saturadas deben intentar reducirse en la dieta, hay numerosas razones relacionadas con colesterol, diabetes, hipertensión y ahora también por su efecto en la fertilidad masculina.
La edición digital de la prestigiosa revista Human Reproduction ha publicado recientemente una investigación que concluye que las grasas saturadas disminuyen la cantidad de esperma en el eyaculado y además perjudican la calidad del semen.
Anteriormente diversos trabajos han intentado relacionar el consumo de grasas con la calidad del semen y los resultados no han sido concluyentes.
Este pequeño estudio fue realizado por el Hospital General de Massachusetts, los investigadores analizaron el semen de 99 hombres que acudieron a un centro de reproducción asistida entre los años 2006 y 2010. A todos ellos se les entrevistó sobre su dieta habitual, especialmente sobre el consumo de grasas saturadas y se separaron en tres categorías en función de las grasas que ingerían.
Los varones que consumían una mayor cantidad de grasas saturadas (presentes en comida rápida y bollería industrial) tenían un 43% menos de esperma y la concentración de espermatozoides disminuía en un 38% comparado con los hombres que realizaban un consumo menor. Por el contrario, aquellos que tomaban más grasas omega-3 (presente en el pescado azul) aumentaban la cantidad de esperma en 1.9%.
En esta misma línea diversos estudios han comprobado que los ácidos grasos omega-3 son beneficiosos porque disminuyen el estrés oxidativo que afecta a los espermatozoides. Además una dieta rica en frutas y verduras evita que los radicales libres actúen contra los espermatozoides.
Los propios autores del estudio han admitido que a pesar del resultado y de que parece que existe una relación entre el consumo de grasas saturadas y la infertilidad masculina todavía se requieren más trabajos que lo apoyen.
Perder peso
Muchos pacientes que se dirigen a los centros de reproducción asistida se sorprenden cuando les dicen que deben bajar peso. La pérdida de peso es un factor muy importante a la hora de concebir un hijo, tanto en las mujeres como en los hombres.
El jefe de la investigación Jill Attaman explica que el 71% de los participantes del estudio era obeso o padecía sobrepeso (este porcentaje es similar al de la población general de EEUU).
Este estudio relaciona de una forma muy superficial el consumo de grasas con el esperma. Es importante tener en cuenta que la infertilidad masculina en la mayoría de los casos se trata de una enfermedad multifactorial, no se debe sólo en concreto a una causa. Además los pacientes obesos tienen una menor concentración de testosterona, las grasas aumentan el estrés oxidativo que afectan al semen y también hay que tener en cuenta que los varones obesos mantienen relaciones sexuales con menor frecuencia.
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IMPORTANTE FAVOR DE LEER
Las grasas saturadas son el demonio!! malas para todo.