Esterilidad y psicología

La psicología y la esterilidad van ligadas en muchas ocasiones. Determinados factores emocionales pueden imposibilitar la concepción sin necesidad de padecer ningún tipo de alteración física que impida que se produzca el embarazo.

A veces la misma preocupación por no lograr el embarazo es la culpable de no poder tener hijos. Se trata de la denominada esterilidad por causa inexplicable, es decir, una pareja que, sin ningún tipo de problema físico, no consigue tener hijos y esto puede afectar, según las estadísticas, al 10% de las personas. ¿Qué factores psicológicos o emocionales pueden causar problemas de infertilidad?

Algunas parejas en el momento en que deciden tener un hijo experimentan una verdadera invasión de pensamientos negativos. ¿Nacerá sano? ¿Podremos mantenerlo? ¿Seré capaz de cuidarlo? Y un largo etcétera que, sin duda, influye negativamente en el proceso de ser padres. Todas estas reflexiones pueden variar en función del sexo.

Factores psicológicos en la mujer

El principal motivo de esta esterilidad psicológica en la mujer se produce a causa de una alteración de la ovulación, es decir, cualquier problema que pase por su mente puede afectar directamente a su menstruación y todo lo que atañe al ciclo ovulatorio afecta por tanto a su capacidad de concebir.

Entre los principales causantes de esta alteración se encuentran algunas preocupaciones como:

• Que el bebé nazca sano.
• La responsabilidad que conlleva la maternidad: en muchas ocasiones las mujeres piensan que no van a ser capaces de cuidar a un hijo.
• Ansiedad por quedarse embarazada: en el momento en que una mujer decide que quiere ser madre puede transcurrir un periodo de tiempo (hasta un año) para lograr el embarazo. Cuando se acerca esta fecha y no se consigue se empieza a crear un estado de ansiedad en ella que hace que pueda tardar más.
• Cambios bruscos en los hábitos de vida: en el momento en que se produce algún cambio brusco en nuestra vida la ovulación puede verse afectada. La muerte de algún ser querido, un accidente repentino o cualquier situación que nos pueda hacer entrar en un estado de shock puede ser el causante de no conseguir el objetivo deseado.

Factores psicológicos en el hombre

En el caso de los hombres cualquier alteración emocional puede tener un efecto en la calidad seminal. La formación de los espermatozoides, así como su mantenimiento es un muy sensible a estímulos externos, y las condiciones del ambiente pueden afectarlos gravemente. Si bien es cierto que los hombres suelen sufrir menos ansiedad a la hora de afrontar la paternidad también se sienten abrumados por un cierto pesimismo en lo referido a cuestiones como la economía familiar.

La calidad del semen se puede ver desfavorecida por diversos motivos:

• Una vida poco saludable.
• Preocupación por los gastos que supone la entrada de un bebé en el hogar familiar.
• Desequilibrios en la pareja: ya que éstos pueden dañar las relaciones sexuales. La ansiedad en el hombre puede provocar problemas en la eyaculación o incluso en la erección.
• Estrés.

Muchas veces la propia medicina ha ido restando importancia a todos estos factores a la hora de tratar los problemas de infertilidad. Actualmente, existen algunos estudios que hacen hincapié en este tipo de cuestiones y que recomiendan que sean tratados por profesionales.

En algunas ocasiones, son problemas que se pueden superar de manera sencilla. A veces, buscar otro tipo de actividades que nos interesen puede ser la solución, un viaje que nos ayude a relajarnos, leer un libro que nos guste o practicar alguna actividad que nos resulte estimulante. Algo que ayude a dejar de pensar en que no vamos a conseguir nuestro objetivo.

Pero cuando esto no es suficiente es recomendable ponerse en manos de un psicólogo para tratar de afrontar el problema e incluso para preparar a la pareja en caso de que ésta necesitara valorar otras posibilidades como la reproducción asistida.

Los especialistas ayudan a superar la ansiedad de la pareja haciéndoles ver en muchas ocasiones que tienen derecho a tener miedo a la hora de enfrentarse a la paternidad y sobre todo, que tienen derecho a agobiarse en un momento determinado.