Ovoclinic Madrid responde a nuestros lectores
La preparación del endometrio es fundamental antes de la transferencia de embriones. Generalmente, el endometrio se preparar mediante diferentes fármacos hormonales. Su finalidad es crear un ambiente óptimo en el endometrio para que el embrión pueda implantar en él y crecer.
En caso de olvido de alguno de los fármacos, es fundamental comunicarlo al médico lo antes posible.
La evidencia científica para responder a esta pregunta es limitada y contradictoria. Algunos estudios han encontrado beneficios en el uso de heparina, mientras que otros no han encontrado diferencias significativas en los resultados de embarazo.
Cuando los niveles de colesterol en el varón son elevados es posible que el volumen seminal, el recuento de espermatozoides vivos y la morfología de los mismos resulten afectados. Por lo tanto, la hipercolesterolemia reduce la capacidad reproductiva masculina.
En el caso de las mujeres, si los niveles de colesterol son altos es posible que ocurran desajustes hormonales que provocan dificultad para lograr la fecundación y, por tanto, un embarazo a término.
Dependerá de la localización de la infección. Si la infección afecta a la zona testicular, entonces producirá una oligozoospermia, incluso una azoospermia.
En cambio, si la infección de transmisión sexual afecta a las vías seminales, puede producir una azoospermia obstructiva. También pueden producir una astenozoospermia (por ejemplo, si se une el patógeno al espermatozoide).
La azoospermia es la inexistencia de espermatozoides en el eyaculado y puede diferenciarse en:
- Azoospermia secretora
- no se producen espermatozoides.
- Azoospermia obstructiva
- obstrucción de los conductos seminales, por lo que los espermatozoides no pueden salir al exterior.
Las causas son varias, pero la más frecuente es la vasectomía (método anticonceptivo). Otras causas de azoospermia obstructiva serían enfermedades infecciosas que afecten al testículo (paperas, meningitis), cirugías que puedan afectar el testículo o los conductos deferentes, enfermedades congénitas, etc.
Debido a una obstrucción física en los conductos deferentes que impide que los espermatozoides se mezclen con el semen eyaculado, la solución principal es la cirugía .
Si los niveles de hormona tiroidea están elevados pueden afectar a la maduración y formación de los espermatozoides (espermatogénesis) y la calidad de los mismos. Además, se reduce la concentración de testosterona libre disponible aumentando los problemas en las relaciones sexuales, por ejemplo, produciendo eyaculación precoz.
La cantidad de sangrado, así como la duración del mismo, dependerá del grado de desprendimiento placentario. Por ello, si es un desprendimiento de placenta de grado 1, el sangrado será leve y durará entre 7-10 días.
En cambio, si el desprendimiento de placenta es de grado 2-3, entonces el sangrado será más intenso y se prolongará más tiempo.
Una disparidad en los resultados, puede deberse a que la medición del recuento de folículos antrales (RFA), que es realizada a la paciente a través de la ecografía, por un médico, al ser operador dependiente, es posible que genere discordancia en el resultado.
Por otro lado, puede deberse también, al laboratorio donde se ha realizado el análisis de la AMH, por lo que se recomienda repetir el análisis en un laboratorio especializado en reproducción asistida y de ser posible, que sea siempre el mismo laboratorio, ya que puede haber diferencias entre los sistemas de análisis de los mismos.
Beber alcohol provoca dificultad para conseguir un embarazo de manera natural y, por tanto, también a través de técnicas de reproducción asistida. Esta relación dependerá de la cantidad de alcohol que se consuma.
Sí, se puede conseguir un embarazo con un porcentaje del 3% de espermatozoides de formas normales, aunque es probable que deba recurrir a técnicas de reproducción asistida.
El embarazo natural con teratozoospermia (espermatozoides anormales), puede resultar complicado. En los casos más graves de alteración de la morfología espermática es prácticamente imposible que tenga lugar la fecundación y el posterior desarrollo del embrión.
Los varones con infertilidad debida a la teratozoospermia severa tendrán que recurrir a las técnicas de reproducción asistida para poder ser padres. Aunque si la alteración de la morfología es leve, no es un factor predictivo muy fiable de cara a la consecución del embarazo, es un parámetro más que debe tenerse en cuenta en el contexto clínico de cada pareja y va a depender del resto de los parámetros seminales, la edad de la mujer, su reserva ovárica y el estado de salud de general, entre otros.
La realidad es que la bibliografía y los trabajos publicados sobre este tema ponen el límite de pronóstico en los 35 años.
La respuesta es que no. No deberían ocurrir modificaciones en el ciclo menstrual, ya que los ovarios no resultan comprometidos. Sin embargo, algunas mujeres sufren molestias premenstruales de manera puntual como consecuencia del uso de líquido de contraste.
Los estrógenos en el cuerpo tienen muchas funciones y, centrándonos en el embarazo, mejora la circulación sanguínea en los vasos uterinos. Además, estas hormonas intervienen en la preparación endometrial y previene abortos.
Si hay un déficit de estrógenos, tal vez el especialista decida suplementar con la medicación adecuada para cada mujer y el tipo de tratamiento al que se haya sometido.
Sí es posible. Sin embargo, lo ideal es biopsiar los embriones en fresco y hacer la transferencia en diferido.
En un ciclo normal, se produce una cantidad de FSH que hace que un folículo primordial se convierta en un folículo ovulatorio y será el que ovule realmente y el resto de los folículos los vamos a perder. Es decir, hay como una muerte celular programada de esos folículos.
Hacemos que las pacientes, vosotras, os inyectéis FSH exógena, de tal manera que esos folículos van a ir creciendo.
Los ovarios, generalmente, los empezamos estimulando con la regla. Esa regla (dependiendo también de la técnica que empleemos) puede ser o en ciclo natural, es decir, esperar a que baje la regla y empezar a estimular los ovarios, o con un ciclo médico previo. Bastantes veces o algunas veces, sobre todo en una fecundación in vitro, hacemos que las pacientes os toméis una medicación previa (u os pinchéis, a veces, una medicación previa) para que baje esa regla y, una vez que empieza esa regla, empezamos a estimular.
Sí, por supuesto que existen distintos tipos de estimulación ovárica. Hay que fijarse un poco en el objetivo de cuántos folículos obtener. Como dije antes, según la estimulación que hagamos, podremos tener más o menos folículos, siempre teniendo en cuenta el máximo de número de folículos de los que disponemos.
La fase de estimulación propiamente dicha viene a durar, aproximadamente, entre 10 y 12 días. Obviamente, es la fase más engorrosa porque hay que pincharse, pero es bastante llevadero porque son agujas muy finitas. Y durante esos 10 o 12 días la vamos a tener que estar controlando un poco para ver cómo esos ovarios van respondiendo a nuestra estimulación o a nuestras prescripciones de medicación.
Bueno, pues más o menos calculamos que desde que empezamos a pincharnos, el primero lo haríamos un
cuarto quinto día, aproximadamente, y luego cada dos-tres días hasta que o está el folículo para producir la ovulación en la inseminación o están los folículos preparados para hacer su extracción en la fecundación in vitro.
Bueno, pues, la infertilidad en el hombre la podríamos dividir en varias partes. Yo creo que podremos dividirlo en partes médicas, en ambiente y en hábitos de vida.
A ver, síntomas per sé, yo os diría que cualquier varón que tenga dolor testicular, que vea que el eyaculado ha cambiado o que tiene impotencia, o que ha tenido una infección, sobre todo, pues una epididimitis o prostatitis, pues serían síntomas de alerta.
Obviamente, también uno, si tiene un eyaculado X y, de repente, ve que el eyaculado es menor o cambia de color y demás, pues también son síntomas, un poco, para estar ojo avizor.
A ver, para el estudio del varón, el estudio clásico ha sido siempre el seminograma.
¿Hay más estudios que se pueden hacer en la selección o en el estudio del varón infértil? Sí, por supuesto. Se puede hacer también una técnica que se llama FISH de espermatozoides para ver que esos espermatozoides tengan una dotación cromosómica normal y, desde hace un tiempo ya en esta parte,se está haciendo mucho la fragmentación de doble cadena de los espermatozoides, porque se ha visto que esa fragmentación de las cadenas de DNA de los espermatozoides pueden afectar en la fecundación y, sobre todo, en abortos posteriores. Con lo cual, eso también lo estamos haciendo rutinariamente.
Depende un poco de la patología que tengamos, es decir, ¿podemos mejorar el tanto por ciento de espermatozoides anormales a normales? Pues sí, algo puede mejorar. Sabemos todos que con antioxidantes, ya sea cúrcuma, resveratrol, vitaminas que se venden en farmacias, puede mejorar un poco. Obviamente, sería negar la evidencia que un azoospérmico, que significa que no tiene ningún espermatozoide, con tratamiento así vamos a mejorarlo. Pero hay cierto componente del semen que sí podemos mejorar perdiendo peso, no fumando, no bebiendo y añadiendo antioxidantes que es lo que últimamente estamos utilizando mucho más.
En varones infértiles, también vuelvo a decir lo mismo, depende un poco de la patología del semen. Es decir, si estamos hablando, por ejemplo, de una terato leve, es decir, que el 4% que comenté antes de formas normales, estamos hablando que tiene un 3 y el resto de los parámetros son normales, pues a lo mejor simplemente con antioxidantes e intentándolo en un tiempo prudencial se puede conseguir.
Si, en cambio, estamos hablando de una patología que sea, por ejemplo, me gusta poner muchos apellidos, oligo (que tiene poco), terato (que son anormales), en valores muy bajitos o, incluso, una azoospermia, pues ya tendríamos que pasar a unas técnicas de reproducción asistida, a una fecundación in vitro.
En la oligoasteno, por ejemplo, pues se podría coger la muestra de semen y hacer una microinyección, es decir, coger el espermatozoide, el óvulo por otro lado y fecundarlo, eso lo habéis visto todos en la tele que lo hemos visto muchas veces.
En cambio, cuando tenemos una azoospermia, que es una inexistencia de espermatozoides en la muestra, solo nos queda hacer una biopsia. Obviamente, siempre tenemos el semen de donante, pero no estamos hablando de eso ahora mismo.
En general, con una endometritis es difícil que se logre una gestación, tanto de forma natural como por tratamiento de reproducción asistida. Se pensaba que el útero no tenía flora y, tras múltiples estudios, se vio que no solo tenía flora, como la vagina, sino que además esta flora desempeñaba un papel muy importante a la hora de la implantación embrionaria, y por tanto de la gestación.
Los anticonceptivos, en condiciones normales, funcionan evitando la ovulación en la mujer que la toma de manera adecuada.
En realidad, son hormonas (estrógenos y progesterona) combinadas de manera que al darlas desde fuera actúan sobre el eje hipotálamo hipofisario gonadal inhibiendo el funcionamiento normal de dicho eje y, por tanto, la ovulación a nivel ovárico.
Muchas de las parejas que se someten a un ciclo de FIV/ICSI y por distintas indicaciones (por edad materna, paterna, alteraciones cariotipo o genéticas de los progenitores, fallos de implantación o abortos de repetición...) se aconseja estudiar los cromosomas o genes de esos embriones previos a transferencia. Ambos test en estos casos pueden ser de gran ayuda.
Esta epigenética es el paso de genes procedentes de la madre receptora de ovocitos a través del cordón umbilical que la una con el embrión o feto. Es la parte de la genética que regula la expresión de los genes de dicho feto sin afectar al ADN. Al regular la expresión de los genes fetales, interfiere en que ese embrión/feto se parezca más a la madre receptora.
Ese embrión o feto, por tanto, tendrá un 50% de la genética aportada por el espermatozoide y del otro 50% habrá un 20% aproximadamente que sea de la receptora. Por tanto, las mujeres que recurren a estos tratamientos serán madres biológicas, pero también aportarán una parte de su genética a ese embrión/feto.
Por sí mismo, el hidrocele no debería suponer un gran impacto sobre la fertilidad masculina. Sin embargo, puede ocurrir una variación de la temperatura testicular, lo que podría afectar a la producción de espermatozoides.
Es importante definir el concepto de reserva ovárica como la dotación natural de folículos ováricos, vinculada estrechamente con la edad de la mujer. La reserva ovárica se considera uno de los factores más importantes en el resultado reproductivo y también, se relaciona directamente con el número de folículos primordiales presentes en el ovario.
Las mujeres están especialmente en riesgo de presentar coágulos de sangre durante el embarazo, el parto y los tres meses después de haber dado a luz. Durante el embarazo, la sangre de la mujer coagula más fácilmente para reducir la pérdida de sangre durante el trabajo de parto y el parto. Por ello, es común que un embarazo conseguido de forma natural o por FIV, tenga una mayor predisposición a formar coágulos sanguíneos, debido a cambios a nivel de los factores implicados en la coagulación, llevando a un estado de alerta protrombótico e hipercoagulabilidad. Lo importante, si estás embarazada, es saber que estos cambios como muchos otros suceden con un fin: el desarrollo fetal.
Sin embargo, cada mujer es única, y esta hipercoagulabilidad puede ser más intensa si se presentan antecedentes familiares de trombofilias, patologías crónicas o sedentarismo. Los controles obstétricos y tu médico estarán atentos a estos parámetros para prevenir situaciones de gravedad.
Las pruebas diagnósticas de embarazo pueden determinarse tanto a nivel sanguíneo como a nivel urinario.
Ambas pruebas pueden diagnosticar el embarazo testeando una sustancia química llamada hCG, pero con diferente sensibilidad y especificidad. Esta hormona según los días o semanas de embarazo tiene un valor específico y en general cada dos días duplica su valor.
Los análisis sanguíneos miden los niveles cuantitativos de la hormona beta-hCG (hormona gonocorionica humana) que aparece en las etapas iniciales de la implantación embrionaria. El resultado es sensible a nivel sanguíneo ya con la presencia de 1 a 5 mUI/ml de hCG, mientras que a nivel de orina deben ser superiores a 50 mUL/ml de HCG, con lo cual se retrasa unos días su positividad en estos últimos.
Una cosa a destacar entre estos test, es que el sanguíneo nos dará un valor absoluto, es decir un número claro, que a nivel médico y según la situación de cada mujer, no solo podremos diagnosticar un embarazo sino también patologías graves propias del trofoblasto.
En los últimos años, la industria farmacéutica ha mejorada la sensibilidad de los test de orina o test caseros. Hoy en día en el mercado encontramos test con medición a nivel del flujo de orina tanto en tiras como en formato digitales que logran detectar niveles de hCG por encima de 10 -15 mUL/ML. Es importante a la hora de realizar estos test seguir las indicaciones correctas, puesto que puede haber muchos fallos o falsos negativos por mala técnica de recogida o por el uso concomitante de ciertas medicinas que también se eliminan vía renal.
Aproximadamente a los 10 días de una transferencia embrionaria en estadio de blastocito y a los 15 días de una inseminación artificial ya debería rastrearse en sangre niveles de hCG, si la implantación se ha producido, mientras que para los test de orina se debería esperar unos días más según el tipo de test casero que sea.
Lo primero que debemos tener en cuenta es el momento del embarazo en el que se ha producido el aborto y el tipo de pérdida gestacional que es. Además, es fundamental individualizar cada caso, pero intentar un nuevo embarazo antes de los 6 meses tras un aborto no debe presentar riesgos médicos ni reproductivos.