Perder el miedo al parto

Por (embrióloga).
Actualizado el 19/08/2010

¿Miedo al parto? Las endorfinas y la oxitocina que se produce de forma natural en la parturienta inhiben el dolor del parto.

Algunos estudios demuestran que tanto la oxitocina, a nivel hormonal, como las endorfinas, a nivel proteico, ejercen un papel muy importante en el momento del parto, puesto que va ayudar a la paciente a sentir menos dolor y más ganas de empujar durante la expulsión.

El embarazo es un proceso que dura unas 40 semanas aproximadamente y durante el cual el exceso de hormonas es un hecho. Es por esto que cuando una mujer se queda embarazada, todo lo huele, llora, se ríe o canta. La culpa de esto, como decimos, son algunas hormonas y algunas proteínas. En esta ocasión nos vamos a centrar en dos de ellas: las endorfinas y la oxitocina.

Las endorfinas son unas proteínas que se encargan de hacernos sentir bien, dándonos unas sensación de vitalidad y ganas de vivir impresionantes. Durante el parto, la mujer produce muchas endorfinas, por ello, de forma general, las embarazadas suelen ser felices, pero en el momento del parto la cosa cambia.

Estos pequeños péptidos no se van a encargar de dar felicidad, porque el dolor del mismo puede llegar a ser tal, que te olvidas de la vitalidad que 10 minutos antes podías tener, pero sí van a ayudar al miedo que genera el hecho del parto, puesto que se encargan de inhibir aquellas conexiones que transmiten el dolor. La sensación que nos van a producir estas proteínas van a ser de ayuda, frente a lo desconocido, para poder superarlo y poder seguir con esa felicidad obnubilada.

Por otra parte, tenemos la oxitocina, que es una hormona que está presente durante el parto y en cantidades impensablemente grandes, tras la dilatación del cuello uterino. De la misma forma, también está presente en el orgasmo, y por eso se entenderá mejor que esta hormona genera una sensación placentera y de empatía para con la gente de su alrededor, por el contrario, también genera una sensación de amnesia selectiva, hecho generalizado tan sólo entre las parturientas tras el parto y de ahí que a muchas mujeres se les olvide el dolor que han sufrido durante la dilatación y expulsión, y pudieran en ese mismo momento volver a quedarse embarazadas sin ningún problema.

Fuente: Genciencia

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Autor

 Laura Gil Aliaga
Laura Gil Aliaga
Embrióloga
Licenciada en Biología y Bioquímica por la Universidad Miguel Hernández de Elche y la Universidad de Alicante (UA). Máster Universitario en Biología de la Reproducción Humana Asistida. Embrióloga en clínica UR Vistahermosa (Alicante) Más sobre Laura Gil Aliaga

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