Según un estudio publicado en la revista Nature y realizado por 35 instituciones, los niños tienen un 14% más de probabilidades de nacer en un parto prematuro que las niñas. Además corren más riesgo de muerte y discapacidad tras un nacimiento prematuro.
Las niñas maduran más rápidamente que los niños, lo que supone una ventaja cuando nacen de forma prematura porque los pulmones y demás órganos están más desarrollados.
La explicación para la mayor incidencia de nacimientos de varones antes del plazo es que las embarazadas de niños son más propensas a tener problemas de placenta, preeclampsia e hipertensión arterial, lo que se asocia con partos prematuros.
Sin embargo, en algunos países donde se discrimina a las mujeres, las niñas son más propensas a morir que los niños, a pesar de su ventaja de supervivencia biológica.
El estudio, en el que han participado casi 50 científicos, alerta de que los nacimientos prematuros son un problema de salud global ya que pueden dar lugar a discapacidades de aprendizaje o físicas.
De los 15,1 bebés prematuros nacidos cada año, casi un millón muere por ese motivo, lo que tiene un gran impacto en las familias y en las sociedades.
Plan de mejora de la salud neonatal
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF junto con otras organizaciones de ayuda a la infancia están desarrollando un plan para mejorar la salud neonatal.
Según los expertos, muchas muertes podrían reducirse con 4 medidas de bajo coste. Entre ellas, podría ser de gran ayuda suministrar esteroides a las madres para acelerar el desarrollo de los pulmones del bebé y antibióticos a los bebés para tratar las infecciones graves.
Por otro lado se promoverá la técnica de la maternidad “canguro”, que mantiene en contacto la piel de la madre y el bebé para mantener el calor y facilitar la lactancia.
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