El consumo de grasas influye en los tratamientos de fertilidad

Investigadores de la Harvard School of Public Health (EEUU) han estudiado el efecto de las grasas de la dieta, tanto saturadas como insaturadas, sobre la tasa de natalidad, la disminución del número de ovocitos y el empobrecimiento de la calidad embrionaria.

Comida con grasas

Los resultados fueron presentados en el Congreso de la Sociedad Europea para el Estudio de la Reproducción Humana y la Embriología (ESHRE) 2012, celebrado este mes en Estambul (Turquía). Se comprobó que las mujeres con mayor ingesta de grasas saturadas tienen menos ovocitos maduros disponibles para la FIV. Por otro lado también se demostró que las grasas poliinsaturadas se asocian con una menor calidad embrionaria.

El estudio se llevó a cabo con 147 mujeres en tratamiento de FIV en el Massachusetts General Hospital Fertility Center. El análisis estadístico encontró que las mujeres con mayor ingesta de grasa total tienen menos ovocitos maduros en metafase II, que son los que se usan para la Fecundación in Vitro. Las mujeres con mayor consumo de grasas saturadas presentaron una media de 9,3 ovocitos en metafase II mientras que las que consumían menor cantidad presentaron una media de 11,6 ovocitos.

Calidad embrionaria

Por otro lado, el consumo de grasas poliinsaturadas se relaciona con la calidad embrionaria. Las mujeres con mayor ingesta de este tipo de grasas tienen una mayor proporción de embriones de mala calidad y presentan un desarrollo embrionario más lento.

Maduración de los óvulos

Es importante realizar estudios adicionales en este campo ya que aún no está claro cuáles son los mecanismos biológicos que relacionan los distintos tipos de grasas y su efecto sobre la reproducción. Aún así, en base a estos primeros resultados, se aconseja restringir el consumo de grasas en mujeres en tratamiento de fertilidad ya que parece disminuir la calidad y el número de ovocitos y, por tanto, las posibilidades de conseguir embriones apropiados.