El estrés y la reproducción asistida

Por (embrióloga).
Actualizado el 24/03/2015

Muchas son las mujeres que presentan un alto nivel de estrés mientras se someten a un tratamiento de reproducción asistida.

A continuación tienes un índice con los 3 puntos que vamos a tratar en este artículo.

Aceptar que se tienen problemas de fertilidad y asumir la infertilidad no es un proceso fácil. Muchas parejas necesitan de ayuda psicológica para afrontar esta problemática y poder enfrentarse a un tratamiento de reproducción asistida. Esta situación genera numerosas emociones como la frustración o la ansiedad que pueden dar lugar a un estado de estrés que aumente aún más la incapacidad de concepción.

El problema no es solo aceptar la infertilidad sino también asumir la necesidad de ayuda y ser capaz someterse a un tratamiento de reproducción. Según aseguran los expertos, las mujeres que se someten a tratamientos de reproducción asistida sufren un estrés similar al de las personas que padecen patologías más serias.

Asumir la infertilidad

La infertilidad es la imposibilidad de tener un hijo naturalmente o de llevar una gestación a término después de un año de vida sexual activa.

Hay muchas razones por las que una pareja no puede ser capaz de concebir o no les es posible hacerlo sin asistencia médica. Esta situación crea un alto estrés en la pareja, especialmente en la mujer. Según afirma la doctora Victoria Verdú, coordinadora de Ginecología de un Centro de Reproducción Asistida, este hecho puede repercutir en el proceso reproductivo ya sea natural o por medio de técnicas de reproducción asistida.

El 55% de los casos de infertilidad se debe a un factor femenino; en este sentido, el factor psicológico juega un papel fundamental. En el caso de la mujer puede llevar incluso a la anovulación y en el hombre es posible que se produzca una reducción de la calidad y cantidad de sus espermatozoides.

Tratamientos de reproducción asistida

El 30% de las parejas inmersas en tratamientos de reproducción asistida precisan de ayuda psicológica. Sirva como ejemplo el hecho de que si no se consigue embarazo en el primer intento, el “mazazo” es muy importante en la autoestima de la paciente.

Los periodos de más ansiedad se producen el día de la punción ovárica, el de la transferencia de embriones y muy especialmente en los 15 días de espera hasta saber el resultado después de la transferencia.

Aun cuando la técnica reproductiva resulta exitosa y se consigue el embarazo, las emociones de la pareja siguen teniendo la influencia de la manera en que se consiguió el embarazo. A la enorme alegría y felicidad que les invade, les acompaña la incertidumbre y el miedo sobre la evolución de la gestación.

Por otra parte, el caso más preocupante y que mayor impacto tiene sobre la pareja es cuando la técnica reproductiva fracasa y no se consigue el tan deseado embarazo se generan en la pareja un cúmulo de sentimientos que van desde la frustración y la angustia hasta la pena y la desesperación. Este tipo de situaciones y estado emocional puede dificultar el próximo ciclo.

También, en situaciones de fracaso repetido, es común que las parejas opten por abandonar los tratamientos debido a la desesperación.

Para evitar estos problemas, muchas parejas habrán de plantearse solicitar asesoramiento psicológico especializado durante este proceso.

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Autor

 Laura Garrido
Laura Garrido
Embrióloga
Licenciada en Biotecnología por la Universidad Pablo de Olavide (UPO), con Máster Universitario en Biotecnología de la Reproducción Humana Asistida por la Universidad de Valencia (UV) y el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI). Experiencia en laboratorios de FIV, andrología y análisis general. Embrióloga especialista en reproducción asistida. Más sobre Laura Garrido

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