Cáncer durante el embarazo

Por (embrióloga).
Actualizado el 29/09/2014

El cáncer durante el embarazo es un hecho poco frecuente pero que puede suceder. El problema que surge en una mujer embarazada que padece cáncer es el retraso en la detección y diagnóstico de la enfermedad. Se estima que existe una embarazada con cáncer por cada mil embarazos. Sólo en España se diagnostican unos 120 casos de embarazadas con cáncer cada año.

A continuación tienes un índice con los 5 puntos que vamos a tratar en este artículo.

Riesgos

El retraso en la detección del cáncer tiene como consecuencia encontrar la enfermedad en fases más avanzadas. Es importante qua la mujer embarazada sea consciente de este riesgo y que esté alerta a los cambios que sufre durante la gestación, sobre todo en las glándulas mamarias, para valorar que sean los propios del embarazo.

El embarazo no empeora el pronóstico del cáncer, varios estudios confirman que la supervivencia de la mujer embarazada se equipara a la de la no embarazada si la enfermedad se diagnostica en el mismo estadio. Un retraso en el diagnóstico de 3 a 6 meses aumenta el riesgo de metástasis aproximadamente entre un 5 y 10%.

Los cánceres más comunes que se pueden dar en la mujer embarazada son: el cáncer de mama, cáncer de cervix, linfomas y leucemias, melanoma maligno y en menor frecuencia, el cáncer de ovario, de endometrio o de tiroides.

Tipos más comunes de cáncer en el embarazo

Cáncer de mama

Se estima que su frecuencia es de 1 caso cada 3.000 embarazos y aparece en mayor proporción en embarazos después de los 30 años.

Enfentarse al cáncer embarazada

El tumor de mama es, en algunos casos, hormonosensible es decir, presenta sensibilidad a los cambios hormonales como los estrógenos durante el embarazo.

Esta sensibilidad hizo pensar que era aconsejable interrumpir el embarazo con el objetivo de reducir el desarrollo del tumor y poder llevar a cabo sin riesgos el tratamiento. Estudios actuales realizados sobre el tema demuestran que la supervivencia de pacientes embarazadas con cáncer de mama no aumenta por interrumpir el embarazo.

Hoy en día, se puede tratar este tipo de cáncer sin riesgos para el feto, la cirugía (mastectomía radical) es el tratamiento más recomendable.

Cáncer de cérvix

Su incidencia varía, según los especialistas, pero se estima que existen de 1 hasta 13 casos por 10.000 embarazos.

La detección de este tipo de cáncer en la mujer embarazada puede ser más precoz por las revisiones que se realiza, los métodos diagnósticos que se utilizan son los mismos que para la mujer no embarazada.

El tratamiento de elección es la cirugía. Una vez diagnosticado el tumor, habría que valorar el riesgo que conlleva el tratamiento inmediato o bien retrasarlo hasta que el feto fuera viable.

Diagnosticar cáncer a mujer embarazada

Linfomas y Leucemias

Este tipo de tumores necesitan quimioterapia desde el primer día que se ha diagnosticado. Dado que los principales agentes alquilantes que se usan son teratógenos y el tratamiento puede llevar asociado complicaciones (toxicidad hematológica, infecciones y complicaciones secundarias) es recomendable interrumpir el embarazo si se encuentra en el primer trimestre y valorar su pronóstico si está en el segundo o tercer trimestre.

Melanoma maligno

Cuando hablamos de melanoma maligno, es el término empleado para incluir a los tumores pigmentados en la piel, son los casos más frecuentes y graves de cáncer de piel, se trata de tumores cutáneos. Pecas o lunares con contornos irregulares y cambios de tamaño.

Su incidencia oscila de 3 a 5 casos por 100.000 embarazos. Su diagnóstico precoz es importante ya que si se detecta en los estadios tempranos es totalmente curable. Según estudios realizados, el pronóstico para embarazadas y no embarazadas es el mismo, el melanoma no afecta negativamente al embarazo ni viceversa.

Su tratamiento depende del tipo y del estadio. En estadios localizados se trata quirúrgicamente en cualquier momento del embarazo mediante anestesia local. En estadios diseminados se requiere quimio o inmunoterapia pero sólo si la mujer está en el segundo o tercer trimestre de gestación. Si el melanoma esta en un estadio avanzado, el tratamiento médico sólo retrasa la enfermedad.

Diagnóstico

Si nos centramos en la mama, la exploración física es el primer método de detección para la mujer. Si se aprecia algún tipo de endurecimiento de la mama, nódulo o signos de inflamación, no se deben considerar como cambios normales del embarazo.

La exploración clínica por parte del profesional en estas mujeres no es fácil así que, ante cualquier duda, se realizarán pruebas complementarias.

La biopsia es una prueba de diagnóstico que se puede realizar en cualquier etapa del embarazo sin riesgos para la madre y ni el feto.

Existen diferentes métodos radiológicos para el diagnóstico, algunos de ellos no implican ningún riesgo para el feto como son la ecografía de tórax o la radiografía de tórax. Está desaconsejada la resonancia magnética, las radiografías óseas, TAC, etc.

Tratamiento contra el cáncer embarazada

Hay que valorar, antes de realizar cualquier prueba, tanto el tiempo de exposición como la dosis de radiación. El primer trimestre de embarazo es el más delicado, ya que exponer al feto a la radiación durante este período puede causar malformaciones congénitas.

Tratamiento

En primer lugar, el oncólogo indicará a la paciente el tratamiento más adecuado para tratar el tumor en el estadio en que se encuentre. Los médicos tendrán en cuenta el impacto del embarazo en el cáncer y los efectos del cáncer así como su tratamiento en la madre y en el feto.

La paciente deberá decidir, una vez conocidos los riesgos, si quiere o no interrumpir el embarazo, siempre que la edad gestacional lo permita en función de la legislación vigente.

Dependiendo del tipo de cáncer, las mujeres embarazadas se pueden someter a la mayoría de los tratamientos contra el cáncer. Según diversos estudios realizados, el porcentaje de supervivencia de embarazadas con cáncer que reciben tratamiento durante el embarazo es superior a las que no lo reciben, 79% frente a 45%.

Estas mujeres pueden ser operadas sin problema incluso con anestesia general y pueden recibir quimioterapia después del primer trimestre, la radioterapia está desaconsejada. Las mujeres que retrasan el tratamiento hasta después del parto tienen peor supervivencia que las que lo reciben después de ser diagnosticado en el embarazo.

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Autor

 Teresa Rubio Asensio
Teresa Rubio Asensio
Embrióloga
Máster Universitario en Medicina y Genética Reproductivas por la Universidad Miguel Hernández de Elche (UHM). Profesora de cursos de Embriología Clínica en la UHM. Miembro y redactora de contenidos científicos en ASEBIR y ASPROIN. Embrióloga especialista en Medicina Reproductiva en UR Virgen de la Vega. Más sobre Teresa Rubio Asensio

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