Tener un hijo con VIH: opciones reproductivas y posibles riesgos

Por (ginecóloga) y (embrióloga).
Actualizado el 27/02/2019

En la actualidad, las personas afectadas por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) pueden tener una mejor calidad de vida gracias a los avances de la medicina y los fármacos disponibles para tratar la enfermedad.

Sin embargo, las parejas en las que uno de los miembros o ambos son seropositivos deben tener en cuenta varias precauciones a la hora de tener un hijo, tanto para evitar el contagio como para no transmitir la infección a la descendencia.

En cualquier caso, es importante que la pareja pida consejo médico a la hora de buscar el embarazo, hacerse todas las pruebas necesarias y un exhaustivo control durante toda la gestación una vez conseguida.

¿Como se transmite el VIH?

El VIH es un retrovirus que afecta al sistema inmunitario de las personas infectadas, ya que se une y destruye a los linfocitos CD4, un tipo de células del sistema inmune encargadas de la fabricación de anticuerpos.

El VIH no es capaz de reproducirse por sí solo una vez ha infectado a la persona. Para ello, se dirige a los linfocitos CD4 y utiliza su maquinaria interna para multiplicarse. El número de copias del virus en la sangre de los afectados es lo que se conoce como carga viral.

En cuanto a las vías de infección del VIH, las más importantes son las siguientes:

  • Relaciones sexuales sin protección
  • Intercambio de agujas entre personas drogodependientes
  • Contacto de sangre a través de heridas
  • Transmisión vertical: de la madre al feto en el embarazo o en el parto

Cabe destacar que el VIH no es lo mismo que el SIDA (síndrome de la inmunodeficiencia adquirida). En concreto, el SIDA es la etapa más grave de los afectados por VIH, en la que el sistema inmunitario está muy debilitado y no es capaz de defender al organismo.

Como consecuencia, pueden aparecer enfermedades oportunistas, infecciones o neoplasias que amenacen gravemente la vida de los afectados.

A pesar de ello, una persona seropositiva infectada con el VIH no tiene por qué desarrollar SIDA. Estas personas pueden llegar a controlar su carga viral gracias a medicamentos antirretrovirales y llevar una vida completamente normal, incluso plantearse la opción de tener hijos.

Embarazo por reproducción asistida

Las parejas serodiscordantes en las que sólo un miembro es portador del VIH pueden convertirse en padres gracias a las técnicas de reproducción asistida.

Tanto la inseminación artificial (IA) como la fecundación in vitro (FIV) son técnicas adecuadas para conseguir un embarazo sin que el hombre y la mujer tengan contacto físico a través de relaciones sexuales. De esta manera, se evita el riesgo de contagio del uno al otro.

La elección de una u otra técnica dependerá también del estado de fertilidad de cada uno, de la edad de la mujer y de la calidad seminal del hombre.

Puede que esta sea la primera vez que vayas a pagar por un tratamiento médico. Y puede que eso esté aumentando tu nivel de estres por la decisiones que tienes que tomar.

Las pacientes que sufren menos estrés durante su tratamiento de reproducción asistida son aquellas que…

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Una vez conseguido el embarazo, la mujer deberá llevar un control y seguir un tratamiento especial con el fin de evitar la transmisión del VIH al futuro bebé, en caso de ser ella la afectada.

Varón con VIH

Si el hombre es el portador del VIH, existe riesgo de contagio a través del semen en caso de mantener relaciones sexuales sin protección con la pareja. En concreto, el VIH no se encuentra en los espermatozoides, sino en el plasma seminal, que es la mezcla de fluidos que forman el semen.

Por tanto, lo más adecuado para poder conseguir el embarazo es separar los espermatozoides del líquido seminal donde se encuentran las partículas virales. Esto se consigue gracias a un lavado seminal que se hace en los laboratorios de las clínicas de fertilidad.

Después de este lavado, la muestra de espermatozoides se congela y una pequeña cantidad se analiza para comprobar que el VIH ha sido eliminado por completo. Esta prueba, llamada PCR, consiste en buscar material genético del virus en la muestra lavada.

Una vez comprobado que la muestra de espermatozoides es apta y libre de VIH, se procede a hacer una IA o una FIV en función de las características de cada pareja. No obstante, hay especialistas que prefieren la FIV con ICSI en lugar de la IA, ya que el espermatozoide se introduce directamente en el interior del óvulo y se evita todo riesgo de contagio.

No importa cuál sea la carga viral del varón. El lavado seminal es una técnica muy efectiva que consigue eliminar todas las partículas del VIH. Si quieres conocer todos los detalles del procedimiento, puedes seguir leyendo aquí: Lavado de semen con VIH.

Mujer con VIH

Si la portadora del VIH es la mujer, el tratamiento de reproducción asistida irá enfocado a evitar el riesgo de contagio de ésta hacia el hombre.

Por tanto, la inseminación artificial es un buena opción si se cumplen los requisitos para ello: buena reserva ovárica, edad de la mujer inferior a 36 años, trompas de Falopio permeables y calidad seminal óptima.

El semen del varón se introduce directamente en el interior del útero de la mujer y la fecundación se produce en las trompas de Falopio. Los óvulos no contienen partículas virales y la implantación tendrá lugar sin problemas.

No obstante, antes de hacer el tratamiento para quedarse embarazada, es necesario hacer un análisis de sangre a la mujer para valorar su carga viral. Si ésta es muy elevada, habrá que seguir un tratamiento con antirretrovirales y esperar a que descienda para disminuir el riesgo de contagio al feto.

El riesgo de transmisión vertical o perinatal (de la madre al feto) aparece durante la gestación, ya que el feto se alimenta de los nutrientes que le llegan de la sangre materna a través de la placenta, así como durante el parto y la lactancia.

Por otra parte, en caso de sufrir problemas de fertilidad que impliquen hacer una FIV, la clínica de reproducción asistida llevará a cabo el proceso con las máximas condiciones de seguridad, tanto para el personal de la clínica como para el resto de pacientes.

Lo más habitual es separar a los pacientes con VIH de forma espacial y temporal del resto: utilizar quirófanos diferentes y/o en diferentes momentos del día, utilizar doble guante y desechar todo el material utilizado.

Embarazo natural con VIH

Hoy en día, una pareja serodiscordante puede tener un hijo de forma natural y segura, sin riesgo de contagio del VIH, siguiendo un protocolo específico de atención y seguimiento del embarazo natural controlado.

De hecho, en España ya han tenido lugar más de 120 nacimientos de bebés de parejas serodiscordantes manteniendo relaciones sexuales desprotegidas. Además, el riesgo de transmisión vertical se ha reducido del 30 al 1% en los últimos años gracias a los tratamientos con antirretrovirales.

Para poder intentar el embarazo natural con VIH, es necesario que se cumplan los siguientes requisitos:

  • La carga viral de la persona afectada debe ser muy baja o indetectable (<50 copias/mL).
  • No tener ninguna otra enfermedad de transmisión sexual.
  • No tener ningún problema de fertilidad que dificulte el embarazo.
  • Mantener relaciones sexuales sin protección solamente en los días fértiles de la mujer.

Lo más recomendable es controlar el ciclo menstrual de la mujer y utilizar los test de ovulación para aumentar la probabilidad de embarazo y reducir el riesgo de infección.

En los días no fértiles, es recomendable seguir haciendo uso del preservativo.

Transcurso del embarazo y parto

Una vez conseguido el embarazo, la mujer tendrá que llevar un seguimiento exhaustivo y especializado durante toda la gestación, que variará en función se si es ella la persona seropositiva o si es su pareja.

Madre seronegativa

Cuando es el varón el miembro de la pareja infectado por VIH, debe confirmarse la indetectibilidad del virus en el semen antes de intentar el embarazo.

Después de obtener un test de embarazo positivo, será la mujer quien deberá hacerse la prueba del VIH al inicio de la gestación. A continuación, los controles serológicos se repetirán en el tercer y sexto mes de gestación.

En un primer momento, el embarazo de una pareja serodiscordante siempre es considerado de alto riesgo. No obstante, si todos los controles son negativos y la mujer no sufre ninguna complicación, los últimos meses de embarazo se siguen de forma normal.

Por último, cabe destacar la importancia de mantener relaciones sexuales con protección durante todo el embarazo, ya que el contagio de la madre durante la gestación eleva considerablemente el riesgo de infección del feto.

Madre seropositiva

El protocolo de seguimiento del embarazo cambia cuando es la mujer la portadora del VIH. Los controles serológicos también deben hacerse cada 3 meses para confirmar que la carga viral sigue indetectable.

Además, la mujer seguirá con su tratamiento antirretroviral, siempre y cuando los fármacos no contengan componentes teratogénicos.

El parto de una mujer seropositiva será mediante cesárea programada para evitar las contracciones del parto y la rotura de la bolsa amniótica. De esta manera, se reduce al máximo la posibilidad de transmisión del VIH al bebé.

Tras el parto, se harán las pruebas de la carga viral al bebé después de dar a luz y a los meses 1, 3, 6, 12 y 18 de vida.

También es importante saber que los nacidos de madres con VIH deberán tener lactancia artificial, pues la leche materna puede transmitir el VIH.

Preguntas de los usuarios

¿Qué opciones reproductivas tienen las parejas serodiscordantes para tener un hijo sin riesgo de contagio?

Por Dra. Esther Marbán Bermejo (ginecóloga).

Se entiende como pareja serodiscordante aquella en la que un miembro de la pareja tiene una enfermedad infecciosa transmisible como el VIH y el otro no. También puede aplicarse a otras enfermedades como la hepatitis C y la hepatitis B.

En los casos en los que el varón tenga la enfermedad, la principal manera de eliminar el riesgo de contagio es hacer un lavado seminal. El semen es procesado en el laboratorio, se realiza un lavado del mismo y se manda una fracción para confirmar mediante técnicas de biología molecular que en la muestra no hay restos de infección. Si es así, la muestra que quedará congelada, podría usarse con seguridad para un tratamiento posterior.

En el caso de que la mujer sea la portadora de la infección, es importante, antes de empezar el tratamiento que tenga una carga viral indetectable o en valores bajos. En los casos con carga viral alta, se recomienda, realizar el tratamiento pertinente antes de hacer el tratamiento de reproducción asistida, para disminuir al máximo la presencia del virus y así los riesgos de trasmisión al niño. Así mismo, si precisa tratamiento durante el embarazo, debe estar ajustado adecuadamente y tener el visto bueno para el embarazo por parte del especialista que la sigue. En esta situación de adecuado tratamiento, carga viral indetectable el riesgo de trasmitir la infección al feto es muy baja.

¿Cómo puede contagiarse el VIH al feto durante el embarazo?

Por Zaira Salvador (embrióloga).

En general, si la madre es seropositiva pero mantiene un buen estado de salud, el riesgo de infección al feto es mínimo porque la placenta actúa como barrera protectora para las partículas de VIH.

No obstante, la placenta puede verse debilitada debido a las siguientes causas: desnutrición, infecciones del útero, infección reciente del VIH y SIDA.

Además, tampoco es conveniente realizar la amniocentesis o cualquier otro procedimiento invasivo en mujeres embarazadas con VIH.

¿Qué tratamiento pueden seguir las mujeres embarazadas con VIH?

Por Zaira Salvador (embrióloga).

Esto dependerá de varios factores que deberá tener en cuenta el médico responsable de seguir el embarazo. Normalmente, la mujer podrá seguir con el tratamiento recibido hasta el momento si éste era eficaz, aunque podría haber algunas modificaciones.

Actualmente, la terapia combinada de alta eficacia conocida como TARGA ha permitido reducir el riesgo de transmisión perinatal de forma considerable.

La Zidovudina, también conocida como Azidotimidina, AZT o Retrovir, es uno de estos medicamentos que suele usarse en combinación con otros antirretrovirales, como Lamivudina y Nevirapina. Además de reducir la carga viral, la Zidovudina cruza la placenta y ofrece también protección directa al feto.

¿Qué cuidados puedo seguir durante el embarazo con VIH?

Por Zaira Salvador (embrióloga).

Además de todo lo comentado sobre fármacos antirretrovirales, es importante que la mujer siga todas las recomendaciones del médico y acuda a los controles ecográficos periódicos para comprobar que el bebé crece adecuadamente.

En general, la mujer deberá cuidarse como en cualquier otro embarazo: no fumar, no beber alcohol, seguir una dieta sana y equilibrada, etc.

Además, es muy importante mantener relaciones sexuales con preservativo durante todo el embarazo, aunque la pareja sea también seropositiva. Existen diferentes cepas del VIH y, en caso de un nuevo contagio, existiría un mayor riesgo tanto para la madre como para el feto.

¿El parto de una mujer seropositiva debe ser necesariamente por cesárea?

Por Zaira Salvador (embrióloga).

No necesariamente. Como hemos dicho, la cesárea programada es la opción más segura para evitar transmitir el VIH de la madre al bebé durante el parto. No obstante, las mujeres con una carga viral inferior a 1.000 copias/mL y que siguen un tratamiento eficaz con medicamentos pueden tener un parto vaginal con un porcentaje de riesgo menor del 1%.

Lectura recomendada

Es importante tener una buena educación sexual que disminuya el porcentaje de personas infectadas por VIH en toda la población. En el siguiente artículo hablamos sobre ello: Lucha contra el SIDA.

Por otra parte, si necesitas obtener más información sobre el control de la gestación en mujeres con VIH, puedes entrar en el siguiente artículo: El control prenatal en el embarazo con VIH.

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Bibliografía

Autores y colaboradores

Dra. Esther  Marbán Bermejo
Dra. Esther Marbán Bermejo
Ginecóloga
Licenciada en Medicina por la Universidad de Alcalá, con la especialidad de Ginecología y Obstetricia en el Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid. Cuenta con varios años de experiencia como ginecóloga especialista en reproducción asistida. Más sobre Dra. Esther Marbán Bermejo
Número de colegiado: 282859737
 Zaira Salvador
Zaira Salvador
Embrióloga
Licenciada en Biotecnología por la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), Biotechnology degree en la National University of Ireland en Galway (NUIG) y embrióloga con el Máster en Biotecnología de la Reproducción Humana por la Universidad de Valencia en colaboración con el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI). Más sobre Zaira Salvador
Número de colegiada: 3185-CV

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