Infecciones del líquido seminal: orquitis, epididimitis y prostatitis

Por (embrióloga), (ginecóloga), (ginecóloga) y (embrióloga).
Actualizado el 20/05/2021

Las infecciones seminales son aquellas invasiones de microorganismos patógenos que se producen en algún punto del aparato reproductor y urinario masculino, por lo que pueden estar presentes en el líquido seminal.

En el recorrido que deben seguir los espermatozoides y el líquido seminal para salir al exterior, se producirá un contacto con la zona infectada, pudiendo alterar la capacidad de los espermatozoides para fecundar el óvulo. Asimismo, la inflamación debida a la infección puede causar una obstrucción e impedir la salida de los espermatozoides o del eyaculado.

Por todo ello, las infecciones en el tracto reproductor masculino pueden provocar problemas de fertilidad en el varón y, por tanto, dificultad para lograr un embarazo.

A continuación tienes un índice con los 8 puntos que vamos a tratar en este artículo.

¿Cómo puedo saber si tengo una infección seminal?

Habitualmente, las infecciones seminales no causan síntomas, por lo que es posible que éstas permanezcan en el varón sin ser detectadas durante un largo periodo de tiempo. Precisamente por esto, es decir, por no tratar las infecciones seminales lo antes posible, pueden derivar en infertilidad masculina.

Puesto que en la mayoría de ocasiones el hombre desconoce que tiene una infección, es muy común que se detecte tras acudir a consulta médica por infertilidad de la pareja.

La mayoría de pacientes cometen el mismo error a la hora de elegir clínica de reproducción asistida.

Si accedes a nuestra guía Fertilidad con Cabeza te explicaremos cuál es el error más común para que puedas evitarlo.

Aún así, el hombre puede notar ciertas molestias si presenta una infección seminal como las que se enumeran a continuación:

  • Cambios en el semen, como por ejemplo en su olor y color.
  • Irritación y comezón.
  • Ardor al orinar.
  • Secreción de líquido por la uretra.
  • Sangre en el líquido seminal.
  • Dolor inguinal o genital, ya sea de próstata, de testículos, etc.

En caso de que exista alguno de estos síntomas, es importante evitar las relaciones sexuales y consultar al médico inmediatamente para que solicite un análisis del semen y de la orina.

Seminograma

La prueba básica en el estudio de fertilidad masculina es el seminograma, también denominado espermograma. Se trata de un análisis del eyaculado para ver el estado del semen, analizando tanto el líquido seminal como los espermatozoides que contiene.

Si en el resultado del seminograma se observa un alto número de leucocitos, un pH ácido o valores alterados en la bioquímica del semen, podría deberse a una infección seminal. Por lo tanto, habría que solicitar un cultivo de orina y semen para confirmarlo.

La primera valoración que se hace en el seminograma es un estudio macroscópico del líquido seminal. En esta parte, el estudio del pH nos puede indicar ya la posibilidad de infección en caso de ser ácido. El pH del semen debe ser superior a 7,2. En caso contrario, puede verse disminuida la movilidad y la capacidad fecundante de los espermatozoides.

Si quieres saber qué análisis macroscópicos y microscópicos se hacen en un seminograma entra en este enlace: ¿Qué es el seminograma y cómo se hace paso a paso?

Análisis del líquido seminal

A continuación, se estudia el contenido del semen. Para ello se hace un estudio bioquímico (suele ser una prueba complementaria en el seminograma) para detectar las moléculas nutritivas presentes en el semen. Además, se lleva a cabo un análisis microscópico para analizar los espermatozoides y la presencia de otras células.

Uno de los componentes del líquido seminal son las secreciones de las glándulas accesorias del aparato reproductor masculiano. Gracias a este estudio bioquímico del semen, es posible analizar estas secreciones y diagnosticar alguna anomalías, ya sea en las glándulas seminales (próstata y vesículas seminales) y/o en el epidídimo.

Asimismo, si en el examen microscópico se encuentra una cantidad elevada de piocitos o leucocitos, es decir, más de 1 millón por mililitro, hay leucocitosis, lo cual indica la presencia de una infección y sería necesario hacer un cultivo.

Cultivo de orina y semen

El cultivo de semen o espermocultivo permite detectar microorganismos en el semen. En condiciones normales, el semen no debe tener ninguna bacteria u hongo. Si el resultado del cultivo de semen indica la presencia de algún microorganismo significará que existe una infección.

Normalmente, se recomienda que el varón mantenga un periodo de abstinencia de entre 3 y 5 días antes de realizarse un cultivo seminal. En caso contrario, el resultado del cultivo seminal podría ser erróneo.

Uno de los requisitos para hacer un cultivo seminal es que el varón obtenga la muestra espermática mediante masturbación. Además, es importante que el semen sea analizado antes de transucrrida una hora desde su obtención.

Por otro lado, el cultivo de orina, urinocultivo o urocultivo detecta microorganismos infecciosos en la orina, principalmente bacterias y hongos. En situaciones normales, la orina contiene microorganismos, pero si éstos están en cantidades elevadas pueden causar una infección de las vías urinarias.

¿De qué tipo puede ser la infección seminal?

Las infecciones pueden afectar a diferentes partes del tracto genital masculino, tanto en el aparato reproductor como en el urinario. Existen infecciones en la uretra, próstata, conducto eyaculador, vesículas seminales, conductos deferentes, epidídimos y testículos.

Si la infección afecta a las vías espermáticas, éstas podrían inflamarse y causar una obstrucción. Según el punto en el que se produzca la inflamación, la salida del eyaculado y/o de los espermatozoides podría estar impedida. Por esta razón, las infecciones seminales podrían ser el motivo de la infertilidad en el varón.

A continuación, se comentan algunas de las infecciones seminales.

Orquitis

La orquitis es la inflamación de uno o ambos testículos, generalmente debido a una infección testicular o del epidídimo (orquitis-epididimitis). El agente causante de la orquitis puede ser una bacteria o un virus.

Entre las posibles infecciones bacterias destacan la gonorrea y la clamidia, enfermedades de transmisión sexual. En cambio, la causa vírica más común de la orquitis son las paperas.

Al inflamarse los testículos, aumenta su temperatura y provoca alteración en la producción de espermatozoides (espermatogénesis). Por tanto, la orquitis puede provoca dificultad en el varón a la hora de intentar un embarazo.

Te recomendamos visitar el siguiente artículo para seguir leyendo información más en profundidad: ¿Qué es la orquitis testicular? - Síntomas, causas y tratamiento.

Epididimitis

La epididimitis es la inflamación del epidídimo, la estructura que conecta el testículo con los conductos deferente. Además, en el epidídimo es donde maduran los espermatozoides.

Generalmente, este aumento del tamaño del epidímo está causado por la extensión de una infección bacteriana originada en la uretra o la vejiga. Los microorganismos más comunes causantes de la epididimitis en hombres jóvenes son Neisseria gonorrhoea y Clamidia trachomatis. En cambio, en niños y en hombres de mayor edad, la Escherichia coli es el organismo más común de la inflamación del epidídimo.

No obstante, la epididimitis también puede estar causada por otros microorganismos como el ureaplasma o el Mycobacterium tuberculosis, así como por un medicamento llamado amiodarona.

Cuando se diagnostica en un hombre un caso de epididimitis, se procederá a su tratamiento. Lo más habitual es que el proceso de curación de la epididimitis conlleve una fibrosis y, por tanto, haya una obstrucción. En este caso, los espermatozoides no podrían salir al exterior y se produciría una azoospermia, es decir, ausencia de espermatozoides en el eyaculado.

Si quieres informarte más detalladamente sobre esta patología, te aconsejamos visitar el siguiente enlace: Epididimitis o inflamación del epidídimo.

Prostatitis

La prostatitis es un grupo de enfermedades que afectan a la próstata y que tienen síntomas similares. Entre ellos destacan el dolor o molestias en la región perineal y tracto genitourinario, problemas urinarios, turbidez en la orina, disfunción sexual, etc.

Esta dolencia no siempre está causada por una infección ni tampoco conlleva una inflamación de la próstata necesariamente. Por ello, la prostatitis se puede dividir en cuatro categorías:

  • Prostatitis bacteriana aguda: se trata de una infección aguda de la próstata.
  • Prostatitis bacteriana crónica: se debe a una prostatitis aguda no tratada adecuadamente o a una infección urinaria recurrente.
  • Prostatitis no bacteriana crónica o síndrome de dolor pelviano crónico: se presentan síntomas de prostatitis pero la causa no es una infección. Puede cursar con o sin inflamación.
  • Prostatitis inflamatoria asintomática: ocurre infección e inflamación pero no hay síntomas.

En los casos en los que la prostatitis está causada por una infección bacteriana, el diagnóstico es sencillo y en su forma aguda el tratamiento es eficaz. Sin embargo, en las formas crónicas no bacteriana, el origen no está del todo claro. Por tanto, el diagnóstico y tratamiento de la prostatitis crónica no bacteriana es complicado.

Si deseas seguir leyendo acerca de esta patología, puedes acceder a este artículo ¿Qué es la prostatitis?

Vesiculitis seminal

La vesiculitis seminal es la inflamación de las vesículas seminales. , esta inflamación se debe a la extensión de una infección de otra zona del sistema genitourinario, como por ejemplo una prostatitis, una uretritis o una epididimitis. En muy raras ocasiones, la vesiculitis seminal es una enfermedad independiente.

Esta afección puede ser causa de esterilidad masculina, ya que puede afectar a la calidad del esperma. En ocasiones, los hombres no se enteran de este problema hasta que no llevan un año manteniendo relaciones sexuales sin lograr un embarazo.

¿Cómo puede afectar una infección a la fertilidad?

Una infección en las vías y órganos reproductivos puede ocasionar una reducción de la fertilidad del varón por diversas causas.

A continuación, se enumeran cada una de ellas:

Asimismo, las infecciones del aparto genital masculino pueden propagarse a través del semen, por lo que pueden infectar los órganos reproductivos de la mujer y afectar a su fertilidad también.

Tratamiento de las infecciones seminales

En la mayoría de casos, las infecciones seminales pueden tratarse y curarse con antibióticos. También pueden administrarse antiinflamatorios para bajar la inflamación y analgésicos para aliviar el dolor.

Cuando se diagnostica una infección seminal, lo mejor es evitar las relaciones sexuales hasta completar el tratamiento y eliminar la infección. Si no se siguen las recomendaciones médicas, la infección puede volver a aparecer y provocar complicaciones en su salud reproductiva.

Cuando se inicia un tratamiento de fertilidad, y estos análisis dan positivo para alguna infección, es imprescindible detectar el agente infeccioso y eliminarlo antes de comenzar los procedimientos de reproducción asistida. Se debe esperar a que los niveles de leucocitos en semen vuelvan a los valores de normalidad antes de iniciar un tratamiento reproductivo.

Debido a que el organismo está padeciendo una infección, los parámetros seminales pueden verse afectados y no ser representativos, de manera que no se puede indicar la técnica de reproducción asistida idónea. Si no se recupera la fertilidad masculina, se pueden emplear la fecundación in vitro (FIV) o la ICSI.

La elección de tu tratamiento no se trata solo de una decisión médica. Hay otros factores que debes tener en cuenta para asegurarte de que vas a iniciar el tratamiento que más se ajusta a tu situación.

Si accedes a nuestra guía Fertilidad con Cabeza podrás encontrar la clave para elegir tu tratamiento.

En el caso en el que la infección sea grave, por no haber sido eliminada con antibióticos en su fase inicial, puede ser necesario una intervención quirúrgica para tratar de reparar el daño. En procesos agudos en los que no se ha conseguido para la infección a tiempo, puede devenir en una infertilidad permanente.

Preguntas de los usuarios

¿Antes de un tratamiento de reproducción asistida buscan infecciones en el semen?

Por Dra. Paloma de la Fuente Vaquero (ginecóloga).

Sí, inicialmente se buscan parámetros seminales compatibles con infección (leucocitos en el semen, aspecto del semen…) y, en función de estos hallazgos, se decide o no cultivar el semen en busca de microorganismos patógenos. Las infecciones seminales disminuyen la calidad seminal y, por lo tanto, las posibilidades de éxito en una técnica de reproducción asistida.

¿Qué efecto en la fertilidad tiene una infección seminal en el semen?

Por Dra. Paula Fabra Roca (ginecóloga).

Las infecciones seminales pueden ser un factor importante de esterilidad en el varón. Hablamos de infección seminal cuando existe presencia de gérmenes en el semen. Estos microorganismos patógenos a nivel del semen puede provenir de cualquier parte de la vía seminal, principalmente la uretra, la próstata, las vesículas seminales y/o los epidídimos.

Las infecciones a dichos niveles pueden causar, por diferentes mecanismos, un deterioro de la calidad del semen. Todo esto a nivel del seminograma se traduce en una disminución de la cantidad de semen, una reducción de la movilidad espermática (astenoazoospermia), alteración de la morfología espermática (teratospermia) y aumento de la fragmentación del DNA espermático.

¿La prostatitis puede causar infertilidad?

Por Sara Salgado (embrióloga).

Sí, el líquido prostático forma parte del líquido seminal que se expulsa en la eyaculación y es imprescindible para la supervivencia y movilidad de los espermatozoides durante su viaje hacia el óvulo. Si existe una infección y/o inflamación de la próstata el líquido seminal puede no contener el componente prostático necesario y por tanto la concepción natural puede resultar complicada. Asimismo, la presencia de microorganismos puede afectar a la calidad de los espermatozoides.

¿Cómo puedo saber si tengo epididimitis?

Por Sara Salgado (embrióloga).

El signo más común de epididimitis es el dolor en uno de los testículos. También es común que haya inflamación testicular, enrojecimiento, dolor al orinar o sangre en la orina. Ante molestias o síntomas de este tipo es recomendable consultar con el médico.

¿Puede haber inflamación en los conductos seminales?

Por Sara Salgado (embrióloga).

Sí, la infección de los conductos deferentes se denomina deferentitis. Esta infección puede estar causada por una infección bacteriana y suele producirse junto con una epididimitis. También puede producirse una infección en otros conductos por los que pasa el semen: la uretra (uretritis) y el conducto eyaculador.

Lecturas recomendadas

Como hemos comentado a lo largo del artículo, las infecciones en el semen pueden provocar esterilidad a nivel testicular en el varón. Si deseas obtener más información acerca de este factor masculino de infertilidad, te recomendamos visitar el siguiente artículo: La esterilidad masculina por un factor testicular congénito o adquirido.

Además, las infecciones seminales pueden afectar a la calidad del esperma y provocar fragmentación en el ADN de los espermatozoides. Si quieres seguir leyendo información acerca de este tema, te invitamos a acceder a este enlace: Fragmentación del ADN espermático y su implicación en la fertilidad.

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Bibliografía

C Keck, C Gerber-Schäfer, A Clad, C Wilhelm, M Breckwoldt. Seminal tract infections: impact on male fertility and treatment options. Hum Reprod Update. Nov-Dec 1998;4(6):891-903. doi: 10.1093/humupd/4.6.891.

Massimo Tonolini, Sonia Ippolito. Insights Imaging. 2016 Oct;7(5):689-711. doi: 10.1007/s13244-016-0503-8. Epub 2016 Jun 7.

Michael Solomon, Ralf Henkel. Semen culture and the assessment of genitourinary tract infections. Indian J Urol. Jul-Sep 2017;33(3):188-193. doi: 10.4103/iju.IJU_407_16.

Stefan Stephanus Du Plessis, Sheila Gokul, Ashok Agarwal. Semen hyperviscosity: causes, consequences, and cures. Front Biosci (Elite Ed). 2013 Jan 1;5:224-31. doi: 10.2741/e610.

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Autores y colaboradores

 Marta Barranquero Gómez
Marta Barranquero Gómez
Embrióloga
Graduada en Bioquímica y Ciencias Biomédicas por la Universidad de Valencia (UV) y especializada en Reproducción Asistida por la Universidad de Alcalá de Henares (UAH) en colaboración con Ginefiv y en Genética Clínica por la Universidad de Alcalá de Henares (UAH). Más sobre Marta Barranquero Gómez
Número de colegiada: 3316-CV
Dra. Paloma de la Fuente Vaquero
Dra. Paloma de la Fuente Vaquero
Ginecóloga
Graduada en Medicina por la Universidad Complutense de Madrid, con el Máster en Reproducción Humana y Doctorado en Medicina y Cirugía por Universidad de Sevilla. Miembro de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) y la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), actualmente desempeña sus funciones como ginecóloga especialista en reproducción asistida en la clínica IVI Sevilla. Más sobre Dra. Paloma de la Fuente Vaquero
Número de colegiado: 4117294
Dra. Paula Fabra Roca
Dra. Paula Fabra Roca
Ginecóloga
La Dra. Paula Fabra posee el grado de Medicina y Cirugía y especializada en Obstetricia y Ginecología. Además, ha realizado un Máster en Reproducción Humana Asistida. Más sobre Dra. Paula Fabra Roca
Número de colegiada: 51123
 Sara Salgado
Sara Salgado
Embrióloga
Graduada en Bioquímica y Biología Molecular por la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), con Máster en Reproducción Humana Asistida por la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Título de Experto Universitario en Técnicas de Diagnóstico Genético por la Universidad de Valencia (UV). Más sobre Sara Salgado

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