Gracias a los avances tecnológicos en medicina, cada vez más personas superan el cáncer, y pueden acceder a la maternidad posteriormente.
Con este artículo nos gustaría mostrar las posibilidades existentes para preservar la fertilidad femenina antes de comenzar un tratamiento con fármacos que puedan dañar los ovarios e impedir la maternidad una vez el cáncer se haya superado.
A continuación tienes un índice con los 3 puntos que vamos a tratar en este artículo.
Infertilidad por cáncer
Independientemente del tipo de cáncer diagnosticado, los ovarios, que están en continua división en su interior, pueden ser dañados por la exposición a los fármacos del tratamiento oncológico.
Esto significa que, aunque el cáncer no sea ginecológico, tras el tratamiento se puede recuperar la regla pero los óvulos dañados pueden no dar embriones, o no dar lugar a niños sanos.
Cuándo ir a la clínica de reproducción
La respuesta es ya. El tiempo es clave y si queremos planificar una maternidad futura tras el diagnóstico de cáncer hay que hacerlo sin demora.
Como es lógico la primera reacción es comenzar cuanto antes el tratamiento oncológico, por lo que las clínicas de reproducción asumen la urgencia en estos casos, y a las pacientes oncológicas se les cita ese día o al siguiente, independientemente de la lista de espera que pueda haber. Respecto a la cuestión económica hay opciones de financiación que ayudan a poder realizar el tratamiento de inmediato.
Los pasos a seguir en la clínica de reproducción dependerán del tipo de tumor detectado, de la velocidad de expansión y sobre todo de si su evolución es o no hormonodependiente, es decir, si se ve influenciado o no por los ciclos hormonales del cuerpo.
Si no es hormonodependiente, y el tratamiento con fármacos puede esperar un mes, se procede a la estimulación ovárica de la paciente tras la menstruación, se extraen los óvulos en 12-14 días, se congelan de forma ultrarrápida mediante la vitrificación y se almacenan hasta que sea el momento de retomar la idea de la maternidad.
En los casos de cáncer hormonodependiente, donde la hiperestimulación está contraindicada, o los casos en los que la quimioterapia no puede esperar, se lleva a cabo la extracción del ovocito o los dos ovocitos que estuvieran de forma natural preparándose para ser ovulados, y se congelan.
Otra opción sería hacer una congelación de corteza ovárica. Ésto consiste en extraer un fragmento funcional del ovario y congelarlo, con la esperanza de reinsertarlo cuando el cáncer se haya superado, o bien madurar los óvulos in vitro. No obstante, esta última técnica está aún en estudio, y aún no se ha perfeccionado.
En el caso de que se diagnosticara un cáncer en niñas prepúberes, que aún no han tenido la regla, no se les puede someter a una estimulación ovárica como a una adulta, así que en estos casos también se congela corteza ovárica, con la esperanza de lograr un embarazo futuro de esos ovocitos inmaduros.
Ante el diagnóstico de un cáncer, la supervivencia de la paciente es la prioridad, pero queríamos dar a conocer las opciones que existen en relación con la maternidad futura, y sobre todo dejar claro que el momento de llamar a la clínica es en el momento en que se anuncia la necesidad de tratamiento con fármacos que pueden afectar a la fertilidad.
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